Preguntas frecuentes

El número de sesiones varía según las necesidades y objetivos de cada persona. Generalmente, para temas puntuales o situaciones de estrés, se recomiendan entre 8 y 12 sesiones. Sin embargo, cada persona es única, y es posible que algunas necesiten menos tiempo, mientras que otros casos más profundos, como traumas o problemas emocionales que has estado arrastrando durante mucho tiempo, puedan requerir un proceso más largo. Juntos evaluaremos tu progreso y ajustaremos el tratamiento a medida que avanzas.

Es recomendable acudir al psicólogo cuando sientes que las emociones o pensamientos negativos están afectando tu día a día, interfiriendo con tu capacidad para disfrutar de la vida, relacionarte o rendir en el trabajo. Si experimentas ansiedad constante, insomnio, tristeza profunda o una sensación de vacío, es posible que necesites apoyo psicológico. También es útil acudir al psicólogo incluso si sientes que podrías estar mejor emocionalmente, aunque las cosas no sean graves.

Nuestras terapias están centradas en ti y se adaptan a tus necesidades personales. En la primera sesión, exploramos juntos tus inquietudes y objetivos para diseñar un plan terapéutico personalizado. Cada sesión te ofrece un espacio seguro donde puedes expresarte sin miedo a ser juzgado, y donde trabajaremos juntos para encontrar soluciones prácticas que te ayuden a gestionar mejor tus emociones. Tanto en las sesiones presenciales como en las online, el enfoque es que salgas con herramientas que puedas aplicar en tu vida diaria para mejorar tu bienestar.

La duración del tratamiento depende de tus necesidades y de cómo te sientas durante el proceso. Para problemas específicos, como estrés o ansiedad, suelen ser suficientes entre 8 y 12 sesiones. Sin embargo, para cuestiones más complejas, como traumas o problemas de relación, el tratamiento puede ser más prolongado. Lo más importante es que trabajaremos a tu ritmo, ajustando la terapia según tu progreso y tus objetivos.

Sí, la terapia online es igual de efectiva que la presencial. A través de videollamadas, recibirás la misma atención y apoyo profesional desde la comodidad de tu hogar. Muchas personas prefieren esta modalidad porque les permite tener más flexibilidad con sus horarios y evitar desplazamientos. Solo necesitas un espacio tranquilo y una buena conexión a internet para que podamos trabajar juntos de forma eficaz y confidencial.